Como viene informando FENADISMER en los últimos meses, la tramitación legislativa del Paquete de Movilidad, promovido en Abril de 2017 por la anterior Comisión Europea y que incluye proyectos legislativos de vital importancia para el futuro desarrollo de la actividad del transporte por carretera en la Unión Europea, está siendo objeto de diferentes ataques por el enfrentamiento entre los Estados miembros, principalmente entre los países del Este y los del Oeste.
A la cabeza de dichos ataques se encuentra sorprendentemente la actual Comisaria europea de Transportes, la rumana Adina Valean, que desde su toma de posesión dejó de lado la deseada neutralidad exigible a un cargo institucional como el suyo, para posicionarse claramente y sin ningún disimulo en contra del Paquete de Movilidad. En dicha batalla “sin cuartel” ha encontrado como países aliados a la práctica totalidad de los países de Europa del Este, que están presionando de forma muy activa para intentar tumbar el proyecto legislativo y evitar así su aprobación definitiva.
Así, en plena estrategia anti Paquete, este martes 18 la Comisaria de Transportes ha mantenido una reunión en Bruselas con los Ministros de Transportes de Bulgaria, Rumanía, Chipre, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia y Estonia, para tratar sobre la situación del Acuerdo Verde Europeo y del Paquete de Movilidad. Dicha reunión coincide con la Declaración Política suscrita por dichos países del Este el pasado 11 de Febrero en relación al Paquete de Movilidad, a la que ha tenido acceso FENADISMER en la que manifiestan su oposición fronatl a dicho proyecto legislativo, porque a su entender “contradice la libertad básica de proporcionar servicios en el mercado único, el principio de libre circulación de trabajadores, así como las políticas y objetivos de la UE sobre el clima”.
Así, los referidos países, en plena fiebre ecologista, inciden especialmente en su rechazo al requisito de que los camiones retornen al Estado miembro de establecimiento al menos una vez cada 8 semanas, ya que según señalan “contradice los ambiciosos objetivos climáticos de la UE en el nuevo Acuerdo Verde Europeo”, ya que si tal obligación de retorno obligatorio se adopta “dará como resultado un aumento importante en el número de viajes vacíos de camiones en las carreteras europeas y un aumento sustancial de las emisiones de CO2 del sector del transporte” llegando a reconocer, llevados por su inusitada concienciación medioambiental, que el sector del transporte por carretera “ya representa aproximadamente una cuarta parte de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero en la UE”. Asimismo, por lo que se refiere a la nueva regulación sobre el cabotaje, la consideran “una medida proteccionista que tendrá un efecto bastante negativo en el Mercado Unico”..
Pero si los argumentos utilizados de supuesta protección del medioambiente no fueran suficientes, plantean además su desventaja geográfica ( ¿respecto de dónde?) para tratar de cuestionar dichas medidas, Así expresan su queja porque “la devolución obligatoria del vehículo supondrá un posición desfavorecida de los Estados miembros que debido a su ubicación geográfica tendrán dificultades sustanciales para proporcionar servicios de transporte de camiones en el mercado único, como sus vehículos tendrá que cubrir distancias mucho mayores y superar barreras naturales significativas, especialmente en el caso de las islas”, para concluir señalando que el Paquete de Movilidad “no incluye disposiciones equilibradas, sino restrictivas, desproporcionadas y proteccionistas”.
A la espera de ver que impacto podrán tener dichos ataques, mientras tanto, la tramitación del Paquete de Movilidad sigue su curso, estando pendiente exclusivamente de unos trámites formales y de su definitiva ratificación por el Consejo y por el Pleno del Parlamento europeo, lo que se llevará a cabo en las próximas semanas, tras lo cual se procederá a la posterior publicación del texto definitivo en el Diario Oficial de la Unión Europea.