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Pymes, impacto global y capitalismo inclusivo.

El papel de las pymes está llamado a ser decisivo en los exigentes cambios que dicta el actual panorama económico. Todo dejará de ser teoría, conferencias o simples asignaturas optativas para ser parte troncal del nuevo capitalismo inclusivo. Un ejemplo. En PIMEM, hace unas semanas presentamos la asociación Construïm que son empresas mallorquinas cuyo objetivo (más allá del que cada una tenga como empresa) es unir esfuerzos para crear una oferta km 0, de calidad y basada en lo que se conoce como economía circular.

De lo local a lo internacional. El “Informe de Impacto Global 2020”, elaborado por la universidad de Viena, ha puesto de manifiesto la importancia que tendrán las pymes a la hora de definir el nuevo modelo económico donde la sostenibilidad jugará un papel clave. El estudio, que analiza las respuestas de 16.500 emprendedores de 55 países, pone de manifiesto que el 63% de los emprendedores internacionales prioriza el impacto social y medioambiental en su modelo de negocio. De éstos nos llama la atención que hasta el 84% destaca el valor que proporciona del cambio.

El peso de las pymes es más importante del que realmente creemos. Un 50% de los empleos mundiales lo crea la pequeña y mediana empresa y según el Banco Mundial y también según el Global Entrepreneurship Monitor, una de cada tres starups nacen con el objetivo de aportar impacto social o ambiental. A estos datos cabe añadir que el 38% de los proyectos que ven la luz está impulsado por mujeres. La crisis del COVID no da una margen, ni un respiro pero, esta difícil situación no cambiará el escenario que nos encontraremos a medio y largo plazo. Trabajar en los dos frentes es una cuestión de pura necesidad, no de lujos ni postureo.

Estos datos internacionales publicados por el Banco Mundial coinciden con el Dictament del Consell Econòmic i Social de les Illes Balears dentro del apartado dedicado al turismo ya hace referencia a convertirse en un modelo de cohesión social y medioambiental y ser un referente internacional. Este mismo dictamen habla de la diversificación económica con el objetivo de disminuir los efectos del cambio climático. Hay una sintonía clara entre lo que a nivel mundial se plantea y lo que a nivel regional empezamos a dibujar. No es fácil, el contexto que nos toca vivir, es el de la intervención inmediata para salvar empresas y trabajadores pero la aceleración con que se producen los cambios en el panorama económico obliga a múltiples planteamientos y todos a la vez. Las pymes, no sólo son una parte sino, parte crucial de este debate.

Otro escenario que aporta reflexión en esta misma línea llega del Vaticano. Ahora que está tan de moda por parte de algunos insultar al Papa Francisco llamándole comunista, me gustaría que el lector tuviera una visión un poco más amplia de lo que su Santidad defiende en el terreno económico y que merece como mínimo ser respectada y conocida. Por una parte el Papa asegura que es necesario “promover una economía que favorezca la diversidad productiva y la creatividad empresarial”. Una segunda reflexión habla de que “sin formas internas de solidaridad y de confianza recíproca, el mercado no puede cumplir plenamente su propia función económica”. Creo que los conceptos de diversidad, creatividad, solidaridad y confianza perfectamente pueden ser 4 elementos que la gran mayoría de economistas suscribirían en cualquiera de sus especialidades y sea cual sea su país de origen. Parece que hay políticos que no lo ven así y, el desprecio y la tergiversación siguen siendo sus señales de identidad.

Y es que al margen de las polémicas se vale la pena analizar los cuatro conceptos. Diversidad, por la importancia de evitar los monocultivos que pongan en riesgo una paralización total del un país, región o ciudad. Creatividad para encontrar más y mejores soluciones a problemas endémicos, que conocemos y amenazan incluso el futuro de la humanidad. Solidaridad para no dejar nadie atrás ya que una sociedad que su modelo de producción se basa en ir creando guetos en cada eslabón de progreso por unos pocos no la podemos calificar de sociedad comprometida sino más bien tirana. Finalmente la confianza seguirá siendo la fórmula más apreciada para los mercados, las empresas y los inversores y aquí la clase política tiene mucho que decir o, si quieren, mucho a callar vistos los resultados.

En definitiva las pymes estamos llamadas a jugar un papel decisivo en los próximos años donde los cambios abrirán nuevos nichos de mercado, más emprendedores asumirán los nuevos valores sociales y medioambientales y más empresarios querrán formar parte del capitalismo inclusivo para ser parte de la transformación. Digo lo que digo en un momento muy difícil, donde las cifras reflejan lo peor de la paralización y de la no existencia de entradas de dinero en muchas familias y empresas de Balears. Afirmo y defiendo lo que defiendo como afectado, como presidente de una Federación que ve como sus socios padecen los efectos de la parálisis pero, lo digo con el plus de responsabilidad que nos toca a los que presidimos asociaciones, empresas o instituciones de tener que afrontar el debate del día después. A la gran crisis que atravesamos se le unen los cambios obligados que nos esperan en un escenario que a día de hoy somos incapaces de predecir pero que seguro que no será igual. Pymes, ¿avanzamos?

Publicado en Última Hora, 16 de octubre de 2020.

Jordi Mora, President de PIMEM