- ¿Tratan de compensar las petroleras la caída de ventas con el manteniendo artificial de los precios del carburante a costa de quien mantiene los servicios esenciales?
- ¿Es otro rescate encubierto el no actuar frente a estas situaciones?
Madrid, 7 de abril de 2020. Desde el nacimiento de la Plataforma Pymes, una de sus máximas es la formación justa de precios. En este camino de cambio a un Capitalismo Inclusivo, se ven obligados a denunciar unas prácticas que consideran vergonzosas, cuando menos.
En su Documento Marco ya denunciaban que: “la Declaración de Cooperación realizada en Diciembre de 2016 entre la OPEP (14 países) y países non-OPEP (11 países), todos ellos países productores de petróleo, para acelerar de forma concertada la estabilización del mercado global del petróleo a través de unos ajustes voluntarios en la producción, cifrándola en alrededor de 1.8 millones de barriles al día. Con ello se busca el incremento del precio del barril del petróleo para mejorar las rentas de los países productores, evitando la deflación, y el rendimiento de sus inversiones en activos petrolíferos, a costa de estimular la inflación en los países consumidores.”
EL COVID-19 ha destrozado ese cártel creado en 2016 que había mantenido artificialmente el precio del petróleo en 60$ por barril, y ahora el precio del crudo ha ido cayendo hasta situarse el barril de Brendt al mismo precio que en diciembre de 1997 con un precio por barril de 17,55$, lo que supone una caída en el precio desde diciembre de 2019 de un 74%.
Esto sin duda ayudará a estabilizar la balanza por cuenta corriente de España compensando las caídas de sus exportaciones y del turismo, pero es justo trasladar esa caída de precio a los precios finalistas de productos derivados del petróleo, no solo del carburante.
En el caso de los carburantes, este ajuste debería ser acorde a esa bajada del precio del barril, y no el nimio 10%-15% de bajada, en el mejor de los casos. Lo más llamativo y significativo de este comportamiento, es que ninguna de las compañías realice ese ajuste.
Una vez más somos testigos de la nula sensibilidad mostrada por las principales compañías petrolíferas con la gravísima situación económica que atraviesa nuestro país.
Quien consume actualmente el combustible en nuestro país son nuestros servicios esenciales. Y quien consumirá ese combustible en las próximas semanas serán quienes luchen por levantar nuestra economía de niveles que, por desgracia, serán dramáticamente bajos.
Esta situación ha sido reclamada ante el Gobierno por FENADISMER, asociación integrada en la Plataforma Pymes. Desde la Plataforma Pymes apoyan totalmente esta postura y se suman a esta reclamación para que, tanto la CNMC como el Ministerio de Consumo, tomen cartas en el asunto, y actúen en consecuencia y de modo contundente contra este tipo de prácticas. En caso de ser oportuno imponer sanciones, por estas prácticas, consideran que deben ser lo suficientemente ejemplares, ya que parece que no tomaron nota en 2008.
Es de suma importancia, que tanto la Comisaria de la Competencia de la UE como el Banco Central Europeo, tomen también cartas en el asunto, imponiendo que la compra de bonos corporativos por parte del BCE a las petroleras españolas se condicione a la reducción voluntaria de estos precios.
La inacción frente a este tipo de comportamientos podría considerarse un rescate encubierto, ya que con este tipo de acciones solo buscan un mantenimiento artificial del agónico Capitalismo neoclásico, rentista y clientelar; y, lo que es más grave, permitir que sigan existiendo posiciones de dominio que secuestran la libre competencia y una formación de precios absolutamente injusta.
Ante esta crisis que vivimos, y los cambios económicos y sociales que tenemos a las puertas, es el momento de que el modelo económico mundial evolucione hacia el Capitalismo Inclusivo defendido por la Plataforma Pymes.
